María Branyas, la persona más longeva del mundo ha fallecido tranquilamente al lado de sus seres queridos y aquí te contamos quién fue.

María Branyas, reconocida como la persona más longeva del mundo, falleció a los 117 años en Olot, España, rodeada de su familia. La asociación Gerontology Research Group, responsable de validar los récords de longevidad, confirmó que Branyas ocupaba el octavo puesto histórico en el ranking mundial y era la única de su categoría que seguía con vida hasta su muerte.

Nacida en San Francisco en 1907, Branyas regresó a España en 1914, viaje en el cual tuvo que esquivar bombardeos alemanes por el mar del Norte y donde también perdió a su padre. Desde enero de 2023, había ostentado el récord Guinness como la persona más longeva del mundo.

Branyas vivió innumerables eventos tanto nacionales como mundiales, entre ellos superó la pandemia de gripe de 1918, dos guerras mundiales, la Guerra Civil Española y el COVID-19, del cual se recuperó a los 113 años en 2020. Además, a lo largo de su vida, nunca fue hospitalizada ni sufrió fracturas, algo inusual para alguien de su edad.

Una vida saludable para la longevidad

Residente de la Casa Santa María del Tura en Olot, Cataluña, durante más de 20 años, su longevidad y salud despertaron el interés de investigadores de la Universidad de Barcelona, dirigidos por el catedrático Manel Esteller. En sus estudios, Esteller resaltó la sorprendente lucidez mental de Branyas y su ausencia de enfermedades cardiovasculares, típicas en personas mayores.

Para entender cómo pudo haber llegado a sus más de 100 años de esa manera tan saludable, hizo estudios de los hábitos de vida de la catalana y analizó muestras de todo tipo. Una de las cosas que descubrió es que María tenía una edad biológica de al menos 10 años menos.

Su árbol genealógico también fue investigado y comprobaron que María no era la única de su familia que había superado los 90 años. Por eso, no es extraño que sus genes hayan contribuido a la salud de hierro que le permitió vivir tantos años.

Branyas, conocida en redes sociales como la «abuela del mundo,» compartía reflexiones y mensajes a través de un perfil de X (antes twitter) gestionado por su familia. En sus propias palabras, ella confirmaba lo que los doctores habían descubierto, «Pienso que la longevidad también es cuestión de suerte. Suerte y buena genética» y señalaba en una entrevista hace algún tiempo que algunos de sus consejos para vivir mucho tiempo es tener «Una vida ordenada, socialmente agradable y sin excesos».

Con su muerte, Tomiko Itooka, una japonesa de 116 años, ha pasado a ser la persona más longeva del planeta. Nacida en 1908 y con una vida marcada por su resiliencia, Itooka sigue en buenas condiciones de salud, manteniéndose activa a pesar de sus problemas de audición.

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