Los países latinoamericanos son conocidos por su ‘relativamente’ baja calidad de vida, faltosas condiciones laborales, falta de oportunidades y seguridad. Esto es una realidad que muchos latinoamericanos hemos aprendido a enfrentar y dentro de todo nada termina siendo tan atroz como para dar el barco por hundido.
Sin embargo, nuevas encuestas revelan que la percepción de muchos de los alumnos de escuela secundaria sobre la realidad de su país es penosa, colmada de ansiedades y desesperanza.
Países como la Argentina, que alguna vez fue también razón de emigración para muchos países de la región en busca de mejores oportunidades, hoy se encuentra con una realidad completamente diferente.
El Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires inició el mes pasado un estudio dirigido a los alumnos de quinto año de escuelas públicas y privadas para saber que piensan hacer ellos una vez que salgan de la escuela.
Las respuesta no habrían de sorprender pues con las constantes noticias sobre la inflación, la criminalidad y la crisis política, es difícil divisar un futuro próspero para el país sudamericano. Aún así representa un gran shock ver los resultados en papel; casi 7 de cada 10 (68,58%) evalúa buscar trabajo fuera del país; al tiempo que un 56,3% dice que se propone continuar sus estudios fuera del país; y un 35,6% expresó que pensar en su futuro le genera ansiedad.
Apenas un 7,67% de los estudiantes dijo que no pensaba en irse del país y solo un 15,44% respondieron que planean seguir los estudios dentro del país. En el la pregunta sobre como los estudiantes se sienten al respecto del futuro prevaleció la ansiedad con un (35,68%), seguido por Esperanza con un (21,6%), Felicidad (15,2%), Temor (8,63%), y Tristeza (0.85%)
El tono que parece reinar entre los jóvenes es el del pesimismos con un 57,8% de ellos afirmando que creen que el país estará peor en cinco años.
Estos datos son importantes y no solo para el gobierno argentino quien es posible vea gran parte de su capital humano inmigrando a otros países. Por el contrario, los países a los que estos estudiantes se dirigían efectivamente sufrir cambios por la cantidad de gente que buscaran una vida en el lugar. Una de las más inmediatas consecuencias será el alza de las propiedades inmobiliarias al incrementarse la demanda por las mismas, la situación del trabajo es particular y sus mutaciones son inciertas; puede que en efecto ciertos países necesiten de cierto tipo de trabajadores pero por el otro en algunos casos estos están sobre saturados, además que de cualquier manera aumenta la competitividad… algo que no es necesariamente malo pero podría causar cierto descontento social en algunos sectores. La inmigración de ciudad nos argentinos a España, por ejemplo, está en aumento y con lo que actualmente demuestran estas cifras no parece que esta curva vaya a alcanzar una planicie pronto.