Este jueves 12 de agosto, entró en vigor la «Ley Rider» que obliga a que todos los repartidores pertenecientes a plataformas como Glovo, Uber Eats y Deliveroo, entre otras, sean contratados como empleados, eliminando así la figura actual de autónomos que dominaban este sector.
Muchos repartidores han visto como su trabajo llegó este jueves a su punto final. Miles de personas han sido despedidas y Deliveroo, una de las principales plataformas de delivery, confirmaba el aumento del paro, pues en julio habló sobre su próxima salida de España, debido a las nuevas condiciones laborales.
Uber Eats, por su parte, ha pasado a una parte de sus autónomos a la nómina de empleados, otra parte se ha quedado fuera de este convenio. Glovo, mientras tanto, no ha querido romper con los trabajadores por cuenta propia, sino que presuntamente ha usado la figura de «subcontratas» para poder seguir manteniendo su filosofía y la de sus riders.
Se conoce de forma extraoficial, que otras plataformas han tratado de sortear la ley estableciendo cooperativas de autónomos. Sin embargo, estas nuevas propuestas deberán ser analizadas para evaluar su viabilidad. Este viernes se dio lugar una protesta en las oficinas de Glovo, porque presuntamente, debido a la implementación de las subcontratas, han reducido a los repartidores la cantidad de dinero que cobran por cada envío.
En numerosas ocasiones, los repartidores han manifestado su opinión con respecto a la situación, asociaciones como Repartidoresunidos.org se declaran «pro autónomos», mientras que Riders x Derechos, aboga por la contratación, siempre que esta no sea temporal y precaria. Cuando la ley fue aprobada, ambos polos estaban de acuerdo en que no traería beneficios al colectivo y ahora, ha llegado el momento de enfrentarse a ello.