Un estudio realizado con niños británicos revela que su habilidad para escribir a mano es un 10% inferior a la de las generaciones anteriores.
Las nuevas tecnologías han cambiado nuestras vidas. En muchos aspectos para bien, pero también han tenido otras consecuencias que no son tan positivas. A diferencia de generaciones anteriores, los niños actuales cada vez interactúan más con ordenadores o dispositivos móviles, y pasan menos tiempo practicando las manualidades tradicionales. Y, ahora, un estudio realizado en Gran Bretaña por terapeutas de la Heart of England foundation NHS Trust, revela que muchos pequeños no saben cómo se agarra correctamente un lápiz.
Según estos datos, los niños británicos tienen de media un 10% menos de fuerza y habilidad en sus manos que los de generaciones anteriores, y eso se traduce en que muchos tienen dificultades para escribir bien con un lápiz o un rotulador. Según los autores del estudio, lo agarran casi de un modo similar a como lo haría un hombre de las cavernas.
Los investigadores explican que los movimientos manuales (y los músculos involucrados en realizarlos) que se utilizan para escribir a mano, no son exactamente los mismos que se emplean para manejar los actuales dispositivos tecnológicos. Para utilizar correctamente el lápiz, los pequeños necesitan un entrenamiento continuo durante varios años, y al disminuir el tiempo que dedican a esta actividad, disminuye también su habilidad.
Hay que decir que no todos los expertos están de acuerdo con esta conclusión, y aseguran que hay muchas causas que pueden influir en la menor habilidad de ciertos niños para escribir a mano. Y que hacen falta más estudios para poder confirmar que esta situación se deba a un efecto indeseado de las nuevas tecnologías.