Un matrimonio arriesgado
Thomas Muller ha sido uno de los talentos más precoces de los últimos largos años en el futbol alemán. Desde muy joven que empezó a maravillar todo el mundo con la camiseta del gigante Bayern de Múnich, su club de toda la vida.
Asimismo, también en su vida privada el internacional alemán quiso marcar la diferencia muy temprano. Cuando tenía tan solo 17 años ha conocido a Lisa, una joven por quien se ha enamorado rápidamente. Todo parecía un noviazgo común de adolescentes, hasta que, en el año siguiente, la pareja decide sorprender.
En una ceremonia con toda la familia y amigos de los dos, Lisa y Thomas se casaron a los 18 años. En el momento ha parecido una decisión precipitada, pero la verdad es que el tiempo ha dado la razón a los jóvenes que estaban segurísimos de su amor.
Tras 15 años de matrimonio, los dos permanecen juntos y más unidos que nunca. Llevan una vida tranquila en Múnich, la ciudad donde se sienten confortables y donde han vivido toda su vida. Muller, tal como su padre, se convirtió en un símbolo del Bayern y de la selección alemana, pero ese lo debe también al apoyo que recibe de su esposa en todos los momentos.
Hijos no, mascotas sí
Aunque ya compartan sus vidas hace una década y media, la pareja todavía no ha querido tener hijos. Por ahora prefieren cuidar de sus mascotas, probablemente esperando por el final de la carrera de Thomas para después poder dar a sus niños toda la atención.
La conexión de los tortolitos con los animales va para allá de los típicos perros y gatitos. Lisa es una jinete semiprofesional con una pasión increíble por caballos, así que dedica su vida a ellos. En sus establos trata de su caballo, Dave, y ya participado en varias competiciones donde ha ganado un número considerable de medallas.