Cada tres meses, Carla Belluci, gasta un promedio de 1.000 dólares en inyectarse Botox, una toxina que elimina las líneas de expresión. Aunque está embarazada, considera que sus ganas de mantenerse guapa no deben desaparecer, por lo que invierte considerablemente en varios tratamientos para mejorar su aspecto.
Estiramiento de cejas, rellenos faciales, depilación láser, manicuras, pedicuras y masajes, son algunos de los procedimientos a los que se somete Carla, quien además crítica a las madres que no hacen lo mismo que ella. “La semana pasada fui a mi primera clase prenatal, bueno, qué shock para mi sistema. ¡Tantas mumzilllas que se ven horribles!», dijo Carla.
Para ella, el embarazo es una etapa en la que la mujer debe poner más atención a sí misma. «Siento que es muy importante esforzarse en su apariencia durante el embarazo. ¿Por qué no? ¡Estamos embarazadas, no enfermas!«, dijo la mujer de 39 años en una entrevista.
Sin embargo, a pesar de sus razones, algunos de sus seguidores la critican debido a que creen que algunos de sus procedimientos podrían afectar la salud del bebé. Ella respondió a estas acusaciones diciendo que sus aplicaciones de Botox y demás tratamientos son supervisados por su médico, quien le asegura que el bebé no sufrirá ninguna mala consecuencia por ello.