Si en otro momento, hubiesen asegurado que unas descargas eléctricas orientadas hacia las nubes, producirían que lloviera, muchos no lo hubiesen creído, pero los Emiratos Árabes lo están haciendo posible. En este país las precipitaciones son muy escasas por lo que la sequía es cada vez más inminente.
Los representantes de esta nueva tecnología basada en el uso de drones son científicos de la Universidad de Reading, uno de los proyectos financiados con los 15 millones dólares que el Gobierno dispuso para estos fines en el año 2017. «El país tiene muchas nubes, pero la idea es lograr que las gotas de agua presentes en ellas se fusionen y producir más precipitaciones», dijo Maarten Ambaum, uno de los profesores del instituto universitario.
En los Emiratos se habían puesto en práctica otras opciones para solucionar la problemática, como dispersar sal en las nubes a través de aviones, sin embargo su efectividad solo alcanzaba máximo un 30% éxito. Las lluvias normalmente son de 100 litros por metro cuadrado. Ahora, solo esperan que los drones funcionen y que más adelante puedan incrementar sus tamaños y por lo tanto su carga, para así lograr un mayor impacto en el cielo.