Estados Unidos no es el único país que redirecciona cantidades exuberantes de fondos en el sector militar y defensa. Quizás continue siendo el país que más lo hace individualmente, pero la verdad es que todo el mundo sospecha de sus vecinos y prefiere estar bien preparado antes de que los tomen por sorpresa.
Resulta irónico incluso que teniendo tantas organizaciones, tratados y convenios gran parte de la seguridad de los distintos países y regiones del mundo aún se apoyen en su capacidad armamentista, o lo que es lo mismo; el daño que le pueden hacer a quien sea que se meta con ellos.
Una de estas irónicas organizaciones es la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) que cuenta con 30 estados miembros que incluye a Estados Unidos – aumentando aún más los gastos en armamento – y la gran mayoría de los países Europeos así como alguno en medio oriente y los Balcanes.
La cantidad de fondos que van dirigidos a la OTAN es individual de cada país y no necesariamente es proporcional a pesar que se puede intuir el grado de inversión. Estados Unidos, por ejemplo, lidera la lista invirtiendo un total de 1.2 trillones de dólares en 2021 lo cuál equivale al 69% del gasto en defensa de todos los países de la OTAN juntos.
Al país norteamericano le siguen las potencias europeas con Reino Unido a la cabeza invirtiendo 73 billones, Alemania con 65 billones, Francia con 59 billones e Italia con 30 billones. Solo entonces entra Canadá con 27 billones, cifra que ha aumentado en un 46% con relación a los últimos 5 años.
En realidad, todos los países han aumentado el número destino a la organización, incluso países como Slovenia y Luxeburgo cuyo aporte a la organización es menos de 500 millones. Otros países como Lituania, Latvia, Hungria, Rumannia, Slovakia y la Republica Checa por su parte han incrementado el gasto en defensa en más de un 100% con Lituania alcanzando un incremento del 200%.