Empezó su andadura hace siete años, comentando videojuegos, hoy en día es un modelo de influencia para millones de jóvenes españoles que siguen sus comentarios en Twitch y otras redes sociales. Ibai Llanos es un «streamer«, hace directos en una plataforma vive de sus directos y de sus redes sociales.
El «streamer» recibe a Jordi Évole en la casa en la que vive con otros creadores de contenido. Dicha propiedad, perteneció a Samuel Eto’o cuando jugó en el Barcelona y les cuesta unos 15.000 euros al mes
Sin embargo, Ibai no se olvida de donde viene y recuerda lo mal que lo pasó su familia durante la crisis del 2008. «Mi padre tenía muchas deudas y mi madre perdió su trabajo, había días que mi padre no comía»
Sigue siendo el mismo, a pesar de la fama
El «streamer» es humilde y asegura que la fama ni el dinero que gana, se le ha subida a la cabeza. Se considera una persona ahorradora, es elegante aunque siempre vaya en chándal y de andar por casa. No se gasta el dinero en ropa cara porque según él está tan gordo que ni le cabe. Le gusta gastarse el dinero en salir a cenar, «pero ahora no se puede», se lamenta.
No tiene pelos en la lengua y habló también de la escapada a Andorra de algunos youtubers, para evitar pagar menos impuestos. Opina que es normal que quien más dinero tenga pague más y no al contrario.
El momento álgido de la entrevista fue confesar cuanto cobraba por la creación de contenidos. «No creo que llegue al millón de euros. Tiene 40.000 suscriptores en Twitch y cada uno paga alrededor de 5 euros al mes, además se lleva el 70% por estar en el Top 3 de la Plataforma. Son «120.000 dólares al mes» calculó Jordi Evolé.
La entrevista de anoche, acabó con todos los prejuicios que rodean a los youtubers, un sector incomprendido y hasta odiado por una generación que no les entiende. También entiende que para esa generación ver que un muchacho de 25 años pueda ganar 120.000 dólares al mes por hacer videos de lo que le de la gana es difícil de digerir.