Jordi Évole visitó anoche El Hormiguero, el programa presentado por Pablo Motos. Un espacio de risa asegurada que tuvo consecuencias notables en el invitado de la noche. Évole fue a promocionar los nuevos capítulos de Lo de Évole. Un programa que se emite en laSexta y en el que entrevistará a José María Aznar e Ibai, entre otros personajes.

El programa arrancó con una conexión telefónica con Pablo Díaz, concursante de Pasapalabra, que casi se lleva el bote. Tras la promoción del nuevo espacio de Évole, Pablo Motos dio paso a la llamada de ‘La tarjeta de El hormiguero’. El periodista fue el encargado de informar al afortunado de la noche, Iñaki, de que acababa de ganar una tarjeta con 3.000 euros.

Sin embargo, para sorpresa del presentador y su invitado, Iñaki no mostró mucho entusiasmo ante la noticia. Una situación que desató la risa de todos los presentes. Évole comentaba entre carcajadas “le han dado 3.000 euros y parece que se le ha muerto un familiar”. Tras colgar, Motos y Jordi Évole se levantaban para dar paso al espacio de ciencia, y era entonces cuando el periodista sufría un pequeño ataque de cataplexia.

La risa es la causante de estos episodios repentinos de debilidad muscular en el periodista. “Me ha dado un poquillo”, aseguraba Évole mientras Pablo Motos se acercaba a sostenerle. Un pequeño susto en directo que ha quedado en anécdota. “Somos un poco gilipollas” aseguraba el presentador, que había intentado evitar situaciones cómicas durante toda la entrevista.

No es la primera vez que a Évole le ocurre en un plató de televisión. Hace una semana en El Intermedio, programa dirigido por El Gran Wyomin, el periodista sufrió un episodio un poco más fuerte. Jordi Évole se quedó tumbado sobre la mesa sin poder moverse tras varias bromas seguidas.

Évole aprovechó su visita a El Hormiguero para hablar de su enfermedad. «Yo lo he asumido bien porque yo creo que mi caso no es grave», aseguraba el periodista. Sin embargo, aprovechaba para visibilizar la situación porque «hay personas que con esta enfermedad lo están pasando mucho peor».