Cuarto título de Gran Slam con solo 23 años y segundo Australian Open para la joven pero ya consolidada Naomi Osaka. 6-4 y 6-3 sobre Jennifer Brady en el Rod Laver Arena para que la número 3 del mundo siga ganando fuerza como el futuro de la WTA. Naomi Osaka, ¿La elegida a quedarse con el trono del tenis femenino?

Europa muestra la realidad del fútbol español

La norteamericana Brady nunca tuvo oportunidad frente a una Osaka que dominó de principio a fin el encuentro decisivo de un Australian Open femenino que cierra dos grandes semanas en Melbourne. La nueva campeona del primer Gran Slam del año repite en tierras oceánicas luego de dos años, cuando levantó su segundo mayor ante nada más ni nada menos que Serena Williams.

¿Su mejor final?

No solo por el resultado, donde se llevó el título en dos sets, sino por confianza en su juego y en la ejecución de un plan que nunca se torció. Osaka había sufrido algo más frente a Serena en 2018 (6-2 y 6-4), ante Kvitova en 2019 (7-6, 5-7 y 6-4), y ante Azarenka en Nueva York por 1-6, 6-3 y 6-3.

El Rod Laver Arena fue testigo de una final donde la igualdad duró hasta que la campeona quiso. Osaka dejó atrás los nervios de sus primeras finales para empezar a mostrar una mentalidad digna de una dueña del tenis femenino a nivel mundial. La joven promesa empieza a convertirse no solo en una realidad, sino en la que puede dominar la WTA en los próximos 10 años.

Si bien le queda mucho camino por recorrer, la nueva ganadora del AO celebra no solo un nuevo título de Gran Slam, sino la consolidación de un plan que le empuja para pensar en grande. Naomi Osaka, ¿La elegida a quedarse con el trono del tenis femenino?