La autopista de Kolimá, mejor conocida como «La Carretera de los Huesos», se construyó entre 1932 y 1953, durante la época de la dictadura de Joseph Stalin en Rusia. Se cree que la edificación de esta autopista fue hecha por los presos políticos que se oponían al régimen.
Largas horas de trabajo y condiciones extremas de frío, que podían llegar hasta los -60 grados, provocaban que los opositores murieran en plena construcción de la vía. Según El Confidencial, la autoridades confirmaron que el tiempo de vida de un trabajador en esa zona no era más de un año, por lo que sí se suman los años que esta vía tardó en construirse se puede presumir que la cantidad de muertes fue abrumadora.
El nombre de la carretera se debe a que los cuerpos de estos fallecidos sirvieron como material poroso para conservar el suelo, otros fueron sepultados en medio de la construcción, luego de un rito que les hacían sus compañeros. Luego de muchos años, algunos aventureros han decidido recorrer esta autopista y han terminado perdiendo la vida.
Esta autopista, una de las más peligrosas del mundo, tiene 2.025 kilómetros de longitud, conecta Magadán con Yakutsk, en plena Siberia y se caracteriza por el mal mantenimiento del asfalto, barrancos abismales y abundantes placas de hielo que normalmente no ocasionan nada bueno. Además está ubicada en medio de la nada, puesto a que no hay ninguna población cercana a la que acudir en medio del trayecto.