El conjunto dirigido por Carlo Ancelotti se impuso por 1-0 en el primer combate celebrado en el Santiago Bernabéu ante los alemanes gracias a un gol de Benzemá.

La noche prometía desde el principio. Los aficionados hicieron caso a las peticiones de los jugadores y fueron un apoyo desde la llegada del autobús al estadio. Los hinchas merengues llegaron vestidos con sus mejores galas para hacer sentir el infierno blanco de las grandes noches europeas en el Bernabéu. Falta hizo desde que el balón comenzó a rodar, ya que el conjunto de Guardiola lo dominó en los primeros 20 minutos con una superioridad aplastante. Tocaban rápido, cerca del área del Madrid y asfixiaban la salida del esférico por parte de los jugadores madridistas. Éstos no eran capaces de trenzar tres pases seguidos. Bien es cierto que estaban bien juntos atrás y los alemanes a pesar del absoluto dominio no creaban ocasiones de peligro. Así en el minuto 19, haciendo alarde de su mejor arma y dando la razón a Guardiola cuando decía que se enfrentaban al mejor equipo del mundo al contraataque, Alonso conectó con Isco, y éste con Cristiano que dibujó un fantástico pase al espacio a Coentrao, quién levantó la cabeza y filtró un pase de la muerte milimétrico a Benzemá que sólo tuvo que empujar a las mayas. El gol insufló aire en las gradas y en el campo. Por el contrario, los alemanes sintieron el miedo en las piernas y retrasaron las líneas de presión y concedieron más campo. El encuentro siguió por los mismos derroteros pero empezaron a llegar ocasiones peligrosas del Madrid. Primero con un remate de CR7 de cabeza, y luego con otra contra que el portugués no acertó a finalizar cuando lo tenía todo para marcar. A falta de pocos minutos para el descanso fue Di María el que desaprovechó una inmejorable ocasión ante Neuer.

Mejoría blanca en el segundo acto
Tras la reanudación, hubo un claro cambio en el partido. El Real Madrid subió líneas y el Bayern bajó físicamente. Ahí el duelo se equilibró y el conjunto español alargó sus posesiones de balón sumándolo a la verticalidad arriba. Cristiano volvió a rondar el gol en el primer minuto con un remate cruzado con la derecha, y más tarde con un potente disparo al primer palo con la izquierda, pero en ambas ocasiones se encontró con un magnífico Neuer. Precisamente el portugués, que no llegó al encuentro al 100% tras salir de la lesión, fue sustituido en el minuto 70. Su puesto lo ocupó Gareth Bale. El héroe de Mestalla cumplió su función de velocista y con dos cabalgadas llevó el miedo a los alemanes. Del Bayern no hubo noticias en la segunda parte hasta que a poco del final el balón le cayó a Gotze en un error de Modric en la salida, pero el alemán se topó con el que todavía no había aparecido, ‘el santo’. Casillas sacó una gran mano de reflejos para mantener la portería a cero en su casa y dar grandes opciones a su Real Madrid de estar en la final de Lisboa. Para ello habrá que ir a la guerra a Alemania con un claro objetivo, marcar un gol.

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