El conjunto español volvió a perder por segunda vez consecutiva en Grecia por 71-62 y tendrá que buscar su billete para la Final Four en el decisivo quinto partido.

Mientras el Real Madrid daba la de cal en fútbol derrotando al Bayern en las semifinales de la Champions en el Santiago Bernabéu por 1-0, la sección de baloncesto daba la de arena en el cuarto partido de los cuartos de final de la Euroliga.
El conjunto de Pablo Laso no encontró la manera de frenar otra vez en la pintura a Dunston y por ahí empezó a perder el partido. Bien es cierto que el comienzo fue esperanzador con los blancos muy acertados en el tiro, lo que les llevó a ponerse 10-16 arriba. Sólo fue un espejismo porque Spanoulis cogió el mando, y secundado por un gran Dunston dominando bajo los aros, volteó el marcador al 32-21. Los blancos no querían desenchufarse del encuentro y llevaron el luminoso al 37-30 al descanso. La dura defensa de los griegos y la permisividad arbitral estaba condenando al Madrid. Por eso tras la reanudación, Laso ordenó ser más agresivos a sus aleros y con Rudy a los mandos, muy desacertado en la primera parte, logró igualar el choque a 49. A partir de ese momento volvió a ser decisivo Spanoulis que con un par de triples y dos grandes penetraciones, se encargó casi de sepultar las opciones madridistas. La derrota blanca se explica por varios aspectos. El malísimo partido en el tiro de Rudy, Mirotic y sobre todo Sergio Rodríguez, que dejaron en un pésimo 39% en tiros de 2 y un 23% en tiros de 3 el bagaje español, y los 14 balones perdidos, algo extraño en el conjunto blanco ya que son el segundo mejor equipo en el cuidado del cuero en la Euroliga.
Ahora todo se decidirá en el quinto partido que se disputará en el feudo merengue el próximo viernes. Esa es la buena noticia, que el factor cancha está de su lado y no tendrán que volver a vivir el infierno griego con todo lo que ello conlleva. El esfuerzo merece la pena porque el premio es meterse en la Final Four.