Alguna vez me lo dijeron mis papas ‘cuando tengas hijos entenderás’ a lo que se referían era ha hacerlo todo por los hijos, hasta dar la vida si es necesario. Es justamente ese tema el que trata la película John Q protagonizada por Denzel Washington y que vió los cines por primera vez en el año 2002.

La película gira en torno a un niño que necesita urgentemente un trasplante de corazón, pero debido al particular y criticado sistema sanitario estadounidense, es incapaz de acceder a uno por los elevados costos de la cirugía. Su padre, John Q, por tanto, se lanza en un búsqueda de una solución para evitar que su hijo muera.

El realismo y crudeza de la película pueden engañar a más de un espectador haciéndole creer que se trata en efecto de una película basada en hecho reales; heme aquí a desmentir el mito.

Serpia terco e ignorante de mi parte decir que la película es completamente falsa pues tiene aspectos de la vida real. La película se lleva acabo durante el gobierno de George Bush quien, como se sabe, no estaba muy a favor de la salud pública. En ese sentido el film llega a presentar una crítica a esa gobierno y a la situación precaria a la que estaban expuesto millones de norteamericanos. Eso es real. El guion fue escrito en 1993, durante el gobierno de Bill Clinton, y también en ese momento en particular existió un fuerte debate político sobre el Sistema Sanitario Americano. Ambas cosas coinciden con una problemática real.

Al tratarse de una película de Hollywood podemos esperar que los personajes sean ficticios, y lo son. Ciertamente ante una situación de ese tipo cualquier padres habría de sufrir profundamente por ello, eso también tiene algo de verdad.

Lo que no es real es la espera. Sea el servicio de sanidad publica malo o bueno, todo hospital tiene la obligación de poner a la persona en necesidad de trasplante en una lista de donante, tenga este la posibilidad de pagarlos o no. Sí eventualmente los hospitales esperarán una reembolso por los servicios prestados, pero todo el proceso es mucho menos mercenario de lo que Hollywood hace que parezca.

Lo del cargador vacío, es decir la pistola que John Q decía tener y con la que amenazaba, sí esta basada en un caso similar que tuvo lugar en Toronto, Canadá, en onde un hombre de nombre Henry Masuka, tomó como rehén a la sala de emergencias después de que no proporcionarán servicio inmediato a su hijo.

Finalmente, Sasha el nombre al que parece dedica la película es la hija del director quien en ese momento estaba en la lista de receptores para órganos donados.

Así que ¿es John Q basada en una historia? Pues sí, mas o menos.

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