El Festival de Cannes ha llegado a su fin y ha repartido todos sus premios. El mayor de ellos, la Palma de Oro, ha sido para Triangle of sadness, una película del cineasta sueco Ruben Östlund. Es la segunda vez que el director se lleva este reconocimiento.
Triangle of sadness partía como una de las grandes favoritas. Durante su proyección devolvió la risa al cine, y es que provocó carcajadas y aplausos entre los espectadores que asistieron.
La película se divide en tres capítulos. Comienza con la relación de una pareja de modelos. Ella es una reconocida influencer, mientras que él está afectado por la brecha de género de la moda hacia los hombres.
Ambos se embarcan en un crucero de lujo, en el que la frivolidad de los tripulantes contrasta con el estilo de vida de los trabajadores. Cuando el yate se va a pique, en el grupo de supervivientes se cambian los roles de poder, clase y de género hasta el extremo.
El autor sueco apuesta en su filme por el humor. El argumento es disparatado y los personajes rozan la estupidez. Arranca con una crítica sutil hacia el mundo de la moda, hasta llegar al completo absurdo en el barco.
Triangle of sadness es una sátira sobre los ricos. En el filme aparecen todos los estereotipos imaginables: desde el oligarca ruso, al fabricante de armas y la señora snob obsesionada con la limpieza. El filme está protagonizado por Woody Harrelson, Harris Dickinson y Charlbi Dean.
En 2017, el jurado, que presidía el cineasta español Pedro Almodóvar, premio a Östlund con la Palma de Oro por su película The Square. Ahora, en la 75 edición del Festival de Cannes ha logado la segunda.