Según un informe del diario El País, la agencia europea de fronteras Frontex ha marcado un nuevo récord de deportaciones en los primeros seis meses de 2020, con 8.239 retornos. Esto significa que en el primer semestre de este año se ha devuelto a sus países de origen a casi el doble de migrantes que en el mismo periodo de 2020. Las cifras se basan en un informe confidencial de Frontex.
Se supone que Frontex ayuda a frenar la inmigración ilegal en la federación de estados
La agencia de la UE Frontex existe desde 2004 y se creó con el objetivo de abordar el problema de la inmigración ilegal a nivel europeo. Sin embargo, hasta la fecha, la mayoría de las devoluciones siguen realizándose a nivel nacional.
Este repunte en las cifras pone de manifiesto la idoneidad de los esfuerzos de la UE para frenar la inmigración ilegal a Europa. La migración a la UE se limitará a las personas que tengan derecho a quedarse o puedan solicitar asilo.
Para lograr este objetivo, las fronteras exteriores de la UE van a ser vigiladas más estrechamente por Frontex. El número de guardias fronterizos de Frontex también se incrementará de 1.000 a 10.000. La agencia de protección de fronteras recibe un presupuesto total anual de 50 millones de euros, que no siempre utiliza.
Las críticas a Frontex
El mandato de Frontex se ha ampliado recientemente, a pesar de los cuestionamientos e investigaciones sobre la supuesta ineficacia e ilegalidad de la agencia. Una de las razones es la continua situación de tensión con Bielorrusia y en la frontera con Polonia.
En verano, el Tribunal de Cuentas Europeo criticó los claros déficits organizativos de Frontex. Según el Tribunal, la agencia no apoyó a los estados con suficiente eficacia contra la inmigración ilegal y la delincuencia transfronteriza.
Frontex también había rechazado ilegalmente a personas que buscaban protección en las fronteras exteriores de la UE. Según los medios de comunicación, los guardias fronterizos griegos habían conducido ilegalmente en varias ocasiones embarcaciones con migrantes de vuelta a Turquía, en presencia de funcionarios de Frontex.
La agencia se queja de la falta de cooperación con las autoridades nacionales. Esto se debe probablemente a la falta de confianza de muchos Estados miembros de la UE en la agencia.