El Centro de Privación de Libertad Número 1 en Guayaquil ha sido protagonista del último enfrentamiento entre bandas rivales de Ecuador. El pasado martes, 116 personas murieron y 80 fueron heridas dentro de este centro penitenciario.
Es el tercer motín carcelario en 2021, pero el más sangriento de todos. El altercado arrancó la mañana del martes entre disparos y detonaciones. Las fuerzas de seguridad movilizaron tanques hasta el recinto y, pese al fin del motín, aún no han conseguido controlar del todo la situación.
Se han registrado 116 fallecidos, la mayoría presentaba disparos de bala y también de granada. Según la prensa ecuatoriana, tras la intervención de la policía, se confirmó que varias de las víctimas habían sido mutiladas. Se han registrado cinco decapitaciones y varias amputaciones de extremidades.
Tras lo ocurrido, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha declarado el estado de excepción nacional dentro de las prisiones durante 60 días. El presidente ha asegurado que “es lamentable que las cárceles se las pretenda convertir en un territorio de disputa de poder entre bandas delincuenciales”.
¿Cuál es el problema en las cárceles?
Las cárceles ecuatorianas tienen capacidad para acoger a 30.000 personas, sin embargo, hay más de 39.000 en ellas. Además, muchos de los presos aún no disponen de una sentencia firme.
A las malas condiciones se les suma la presencia de bandas ligadas al narcotráfico, que luchan para disputarse el liderazgo dentro de la prisión. En 2019, se incautaron 128,4 toneladas de droga en el país.
La corrupción del sistema penitenciario de Ecuador es otro de los grandes problemas. La relación personal que se establece entre funcionarios y presos ha fomentado el contrabando interno de mercancías. La calidad de la comida suele ser mala, por lo que los presos dependen de lo que les envían sus familiares para alimentarse.
Tras el motín, para proteger los derechos humanos de los reclusos y responder ante las dudas de sus familiares, el Gobierno ha habilitado un coliseo. Allí podrán recibir información sobre la situación dentro de la cárcel.