Durante su viaje de regreso de su visita a Hungría y Eslovaquia, el Papa Francisco respondió a las preguntas de los periodistas. Respecto al intento de la Unión Europea de proteger los matrimonios entre personas del mismo sexo, insistió en su idea de regular estas parejas como uniones civiles, no como matrimonios.
Así que la conversación en el vuelo se debe a la petición de la UE de nuevas leyes para permitir el matrimonio gay. El Papa Francisco cree que la Iglesia no tiene el poder de cambiar este sacramento, y que por lo tanto es necesario permitirles unirse civilmente y garantizar su seguridad.
Sin embargo, este no es el único tema candente que se tocó durante su regreso a Roma. También se habló del aborto, y aquí también dejó muy clara su posición. Declaró: «El aborto es un asesinato. Sin medias tintas. El que aborta, mata. Es una vida humana y esta vida humana debe ser respetada. La Iglesia es tan dura en este tema porque si acepta esto, es como si aceptara el asesinato diario”.
La conversación también giró en torno al presidente estadounidense Joe Biden. Este último ha expresado a menudo su postura a favor del aborto y, por ello, algunos obispos estadounidenses se han negado en ocasiones a conceder la comunión al Presidente. En este sentido, el Papa Francisco afirma vagamente que los obispos deben limitarse a tomar decisiones pastorales y no políticas. Y él mismo nunca ha negado la comunión a nadie, llamándola un don y no una recompensa.
Por último, se tocó el tema de las vacunas. El Papa siempre ha destacado su aprobación de las vacunas. La división en algunas comunidades, como la eslovaca, sobre el proceso de vacunación sigue desconcertando al Papa, que en varias homilías ha invitado a la gente a vacunarse.