El domingo 5 de septiembre, en el estadio Neo Química de São Paulo, todo estaba listo para el gran desafío entre Brasil y Argentina. Partido válido para la clasificación al Mundial de Fútbol Catar 2022.
Los espectadores esperaban ansiosos las jugadas de Messi y Neymar, las estrellas absolutas de los dos equipos, cuando aproximadamente a los cinco minutos el partido se detuvo repentinamente.
Los inspectores sanitarios brasileños intervinieron en el campo, alegando que cuatro jugadores de la Albiceleste no cumplían con la normativa sanitaria local para Covid-19. Los cuatro – Emiliano Martínez, Lo Celso, Romero y Buendía – habían estado en Inglaterra en los 14 días anteriores a su llegada a Brasil. Por lo tanto, se les exigió un periodo de aislamiento según la normativa local.
Tras una fase inicial de incertidumbre y confusión por parte de los jugadores y del personal de las Federaciones, el derbi sudamericano se suspendió oficialmente.
Los cuatro deportistas fueron acusados por funcionarios de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de falsificar las declaraciones que los viajeros deben rellenar al entrar en Brasil, declarando que no habían estado en Inglaterra en los 14 días anteriores.
Todavía no está claro cuál será el resultado del incidente. Las dos federaciones sudamericanas están a la espera de la decisión de la Comisión Disciplinaria de la FIFA, que debe dar una respuesta en las 72 horas siguientes a la suspensión del partido.
En el mundo del deporte ha habido pocos episodios de este tipo. Es casi seguro que esto se recordará y se hablará durante mucho tiempo.