Pepe Rodríguez, uno de los cocineros más queridos de España ha sabido llevar su vida profesional de la mano de su amor de la juventud: Mariví. Se conocieron en un bar, cuando Pepe trabajaba en camarero. «Venía yo de jugar al tenis con unas amigas y dijimos de tomarnos una coca cola y él estaba ahí. Me fichó y cada vez que iba a Illescas ahí estaba él, esperándome», dijo ella en una entrevista.
Su amor ha perdurado desde aquel momento hasta ahora, cuando Pepe triunfa como jurado de MasterChef, tras obtener en 1999 su primera estrella Michelín y su fama fuese en aumento, con el restaurante «El Bohío» de tradición familiar. De su unión han nacido tres hijos: María, Jesús y la pequeña Manuela. En redes sociales suelen compartir fotografías en los que se les ve disfrutar juntos.
«Es una persona muy elegante, es un señor. Y luego su cocina, eso me enamoró de él», dijo Mariví, cuando uno de los participantes de MasterChef Junior le preguntó qué había visto en su marido. Sin embargo, los niños y ella todavía se están acostumbrando a la vida pública de Pepe.
El cocinero valora el tiempo con sus seres queridos, por lo que suele apartar todo el mes de agosto para compartir al máximo con su mujer y sus hijos. «Ese mes quiero que me cansen, que me aburran, desayunar, comer y cenar con ellos, saber qué les gusta, qué no, echarnos la siesta todos juntos. Para mí eso es lo mejor del mundo», aseguró Pepe.