El Ejército de Tailandia declaró hoy un golpe de Estado, dos días después de proclamar el estado de excepción en medio de una crisis política que ha costado el cargo a la primera ministra Yingluck Shinawatra y tras seis meses de protestas antigubernamentales. “Para que la situación vuelva rápidamente a la normalidad y para que la sociedad recupere la paz de nuevo, el Ejército tiene que asumir los poderes”, declaró el jefe del Ejército tailandés, Prayuth Chan-Ocha, en una comparecencia en directo ante las cámaras de televisión poco antes de las 17.00 horas (11.00 hora peninsular española) y tras una serie de reuniones con representantes de las diversas facciones políticas. Prayuth, que pidió a los ciudadanos calma y que prosigan con sus quehaceres diarios, aseguró que el golpe no afectará a las relaciones internacionales del país del sureste asiático.
El anuncio del jefe militar, que proclamó el golpe acompañado del resto de la Junta de Estado mayor y del jefe de la Policía tailandesa, se produjo tras una reunión a siete bandas para intentar resolver el punto muerto de la situación política. Entre los participantes se encontraban representantes del actual gobierno interino, de los diversos partidos, el líder del movimiento de oposición popular que ha protagonizado las protestas antigubernamentales, Suthep Thaugsuban, y del Senado y la Comisión Electoral. Pero, según informa el diario The Nation en su página web, Prayuth dio por fracasada la reunión y los soldados escoltaron al cuartel del Primer Regimiento de Infantería a los participantes.
Dos días antes, el jefe militar había proclamado el estado de excepción y la censura de los medios de comunicación con el argumento de que era necesario para restablecer el orden, pero había negado que se tratara de un golpe.
El miércoles, mientras los participantes en las protestas continuaban continuaban en las calles aunque bajo una presencia militar que les prohibía las marchas para evitar enfrentamientos, las partes implicadas en la crisis celebraron una primera ronda de reuniones para tratar de acordar un primer ministro interino y una fecha para la celebración de elecciones, sin llegar a un acuerdo.
Tras el anuncio del golpe, el Ejército ha indicado que las tropas escoltarán a los manifestantes fuera de las zonas de protesta y ha proclamado el toque de queda entre las diez de la noche y las cinco de la mañana hora local.
Hasta el momento no se ha producido una reacción del gobierno interino encabezado por el primer ministro Niwatthamrong Boonsongphaisan, quien tras la declaración del estado de excepción sí había manifestado su apoyo al paso dado entonces por los militares.