El Atlético de Madrid, al fin, puede gritarlo a los cuatro vientos: ¡son los campeones de Liga! Los hombres de Diego Pablo Simeone hicieron realidad lo que en verano parecía un auténtico milagro tras empatar a uno contra el Barcelona en un partido frenético en el que, fieles a su historia, obtuvieron recompensa tras sufrir incidencias de todo tipo.
El Atleti salió al campo convencido de que el de este sábado era su momento y de que ni las estrellas que tenían enfrente ni un Camp Nou que rugía como nunca les iban a dejar sin premio justo cuando ya lo tocaban con ambas manos. Sin embargo, las cosas se comenzaron a complicar para los colchoneros cuando a los 15 minutos Diego Costa se tuvo que marchar lesionado.
El infortunio no acabó ahí, ya que en el minuto 22 Arda Turan también tuvo que marcharse al banquillo fruto de otra lesión. Por si no fuera poco jugarse el título en territorio hostil sin dos de tus mejores jugadores, Alexis puso aún más sal en la herida del Atlético de Madrid a los 32 minutos. El chileno se sacó un auténtico golazo de la nada con un sorprendente a la vez que espectacular disparo que colocó el 1-0 en el marcador. Parecía que el destino, otra vez, no estaba con el Atleti.
Los hombres del Cholo por primera vez en seis partidos se vieron por debajo del marcador ante el Barça y durante unos minutos estuvieron un poco en estado de shock ante un Barcelona que comenzó a creerse aquello de que podía ser campeón. Sin embargo, el Atlético supo salir airoso de esos momentos y volvió a enseñar la cabeza encerrando a su rival antes del descanso.
El comienzo de la segunda parte fue trepidante. David Villa avisó con un disparo al poste de que este Atleti iba en serio, que no quería bajar los brazos. Algo que refrendó Diego Godín en el minuto 51 al empatar el partido tras cabecear un saque de esquina. De nuevo el balón parado volvía a matar al Barça y de nuevo un 17 de mayo un defensa del Atlético entraba en la leyenda del club al ponerse el disfraz de héroe. Godín tomaba el relevo de Miranda en la final de Copa de 2013 disputada en la misma fecha que el partido de hoy.
El Barcelona intentó, con más corazón que cabeza, volver a adelantarse en el marcador. Pero el Atleti, comandado por un Koke imperial, estuvo siempre bien plantado y sin dejar espacios a los azulgranas. Lo más cerca que estuvo el Barça de lograr el 2-1 fue con un gol de Leo Messi que fue anulado por fuera de juego, aunque Godín, omnipresente, había tocado el balón ligeramente antes de que le llegara al argentino.
Sea como fuere, hubiera resultado muy cruel que este Barça, que nuevamente volvió a introducir a Piqué como nueve en los últimos minutos como variante táctica a la desesperada, le hubiera quitado al Atleti la Liga. Mateu Lahoz pitó el final del partido y el Camp Nou, en un noble gesto, aplaudió al justo campeón de Liga. Los rojiblancos estallaron el alegría y enterraron para siempre la leyenda del pupas. Este Atlético se ha ganado con méritos propios un hueco en la historia y el mundo del fútbol agradece su irrupción. La mejor noticia para el Atleti es que aún con todo ésto lo mejor puede que aún esté por llegar. Lisboa ya espera a un conjunto con hambre de gloria y la Copa de Europa sabe que les debe una.