Los elefantes africanos podrían tener un sistema de comunicación parecido al de los humanos según un reciente descubrimiento científico.
Un estudio reciente publicado en Nature Ecology and Evolution revela que los elefantes utilizan llamadas personalizadas para dirigirse a los miembros de su grupo, lo que constituye un raro ejemplo de denominación entre animales. Según Michael Pardo, ecólogo conductual de la Universidad de Cornell y líder del estudio, «la vida animal es mucho más sofisticada de lo que solemos creer. La comunicación entre elefantes podría ser más compleja de lo que pensábamos».
Además de los humanos, pocos animales se nombran entre sí. Este comportamiento se ha observado en delfines mulares y periquitos de frente naranja, sin embargo ellos usan su propio llamado de identificación, no el llamado que identifica a otros. Es decir, para responder al llamado de otros, lo que hacen es imitar su sonido.
Es precisamente esto lo que nos diferencia de los animales, y lo que se investiga en los elefantes. Pardo sospechaba que, dado su extenso repertorio vocal y complejas relaciones sociales, los elefantes podrían tener nombres y recordarlos.
La teoría en la práctica
Para comprobarlo, el equipo de Pardo grabó sonidos de elefantes africanos en el Parque Nacional Amboseli y otras reservas en Kenia entre 1986 y 2022. Analizaron 469 grabaciones utilizando técnicas de aprendizaje automático, logrando identificar al elefante receptor en el 27,5% de los casos, un porcentaje significativamente superior al que se obtuvo con audio aleatorio. Esto sugiere que las llamadas contienen información destinada a un elefante en particular.
Posteriormente, reprodujeron estas llamadas a 17 elefantes para observar sus reacciones. Los elefantes respondieron de manera más intensa y se movieron rápidamente hacia el emisor al escuchar su «nombre». «Podían reconocer si la llamada iba dirigida a ellos», afirma Pardo.
Aunque estos resultados son prometedores, aún se necesita más investigación para confirmar si los elefantes realmente se llaman por su nombre. Comprender sus relaciones sociales y el papel de cada individuo en el grupo es fundamental para la conservación.
El próximo objetivo del equipo es descubrir cómo los elefantes codifican información en sus llamadas, lo que podría abrir nuevas preguntas, como si también nombran lugares o se refieren a otros en tercera persona. Además, queda por determinar si este comportamiento es exclusivo de los elefantes africanos o si también lo comparten sus parientes asiáticos.