Europa se encuentra atravesando un momento histórico después de que la inflación alcanzase en el mes de octubre un 10,7%. Los países más golpeados son aquellos más próximos – y por ende dependientes – de Rusia en especial Estonia (22,4%), Lituania (22%), y Letonia (21,8%).
Esto no quiere decir que otros países, más occidentales, como ser Países Bajos (16,8%), Eslovaquia (14,5%), Bélgica (13,1%) e Italia (12,8%) no sufran consecuencias. Los niveles de inflación también vieron un crecimiento que rompe con los cifras alcanzadas en años anteriores.
El asesor financiero y fundador de Nextep Finance, Víctor Alvargonzález, indica que la inflación se debe en mayor parte al precio de los alimentos y la energía. Esto explica también porque poco utilidad tiene el incremento del tipo de interés al 2% efectuado por el Banco Central Europeo hace tan solo un par de días, por la segunda vez.
Se tratan, de cierta manera, sobre un tipo de inflación de la oferta y no de demanda, cosa que tiene ‘’mas que ver con lo que ocurra con el conflicto en Ucrania que con lo que pueda hacer el BCE’’ explica Alvargonzález. ‘’La capacidad del BCE de controlar los precios es en esta ocasión muy limitada, porque poco puede hacer sobre el precio de los alimentos y la energía’’.
De igual manera se prevé un estancamiento en el crecimiento de la economía. Considerando el débil crecimiento del continente el segundo trimestre del año con un incremento en el PBI de 0,8% en la Eurozona y un 0,7% en la UE, este tercer trimestre verá a penas un 0,2% en el PIB.
Aún a confirmar, el dato no es ni resulta del todo desalentador. ‘’Si bien las grietas en la economía de la Eurozona se muestran claramente, la economía continuó expandiéndose en el tercer trimestre. En Alemania parece que esto se debió principalmente a las últimas etapas del repunto del consumo, mientras que en Francia el crecimiento del consumo ya se había estanca y la inversión fue la sorpresa positiva,’’ explican los analistas de ING.
A pesar del aumento del PIB, muchos analistas aún apoyan la idea de que Europa se acerca a una recesión. Sin embargo, debido a que la inflación ha sobrepasado el 10%, el BCE no ve otra prioridad que la estabilidad de precios y continuara – como ya ha dejado en claro Lagarde – con la subida de tipos de cambio a pesar de todo.