China ha mostrado su intención de continuar su supremacía sobre la industria de las baterías eléctricas y la preeminencia en el sector del litio a través del incremento en sus inversiones en Australia.

Si bien China ostenta el 13% de la producción mundial del ‘oro blanco’ además de ser el líder global en refinación, no resulta ser suficiente para abastecer su industria de baterías la cual fabrica el 56% del suministro global.

Es por eso que el país asiático esta buscando inserirse en otros mercados como el australiano que suministra el 52% de las exportaciones mundiales y es, al momento, el primer productor de este mineral.

Son 94 millones de dólares con los que la compañía minera china Tianqi Lithium ha llegado a un acuerdo con la exploradora de litio australiana Essential Metals. Tianqi ya posee la mina Greenbushes, una de las minas de litio más grandes del mundo también ubicada en Australia.

Esta última transacción, sin embargo, incluye el proyecto Pioneer Dome, que se estima tiene reservas equivalentes a más de 100.000 toneladas de litio. La mina, sin embargo, que se encuentra e Australia Occidental está aún sin desarrollar y no estará en funcionamiento hasta por lo menos el 2025.

“El acercamiento de China a Australia es una clara señal de la importancia de los minerales estratégicos, no solo del litio, sino también del níquel y el cobalto. Australia con sus reservas podría ser una nueva Arabia Saudí. Ya tienen un acuerdo con Corea del Sur y seguirán negociando con otros países aliados. Será clave en el futuro de la transición energética. China no se quiere quedar atrás”, explica a CincoDías Alicia García-Herrero, economista jefe para Asia de Natixis.

Australia, sin embargo, no se a limitado a la inversión China puesto que hay planes – de parte de Pilbara Minerals – para crear plantas para refinar litio y exportarlo directamente a Estados Unidos y Europa. Otra empresa muy presente en el país es la americana Albermarle, la empresa de litio más grande del mundo por capital del mercado.

Es por esta razón que China también ha estado invirtiendo en otros países, particularmente en América del sur donde se encuentran las reservas de litio más grandes del mundo. En Bolivia, que ostenta el 25% de todas las reservas de litio a nivel mundial, ya hay cuatro empresas chinas tratando de conseguir licitación para explotar el mineral; TBEA Group Xinjian, Fusion Enertech, Brunp y Citic Guoan Group con China Railway Internatioanl Group. En este país su única competencia es Lilac Solutions, una empresa respaldada por Breakthrough Energy Ventures, de Bill Gates.

Argentina ya ha sido inundada con capital china, habiendo Tiber Summit Resources anunciad una inversión de 2.200 millones de dólares en dos proyectos de exploración de litio en el norte de Argentina. Ambos proyectos podrían estar produciendo un total de 150.000 toneladas de litio al año para el 2024.

Inversiones del mismo calibre han seguido en Chile, el tercer país con más reservas de litio en el mundo, donde en 2018 la BYD adquirió el 24% de la firma chilena SQM, la segunda empresa productora de litio más grande del mundo por capital de mercado.  En 2022, esta adjudico una licitación para explotar 80.00 toneladas de litio en territorio chileno por siete años pagando un total de 61 millones dólares.

Así, parecería que Europa y Estados Unidos estuvieran quedándose atrás. Habrá que ver si estos países también toman iniciativa y se lanzan a la conquista de nuevos mercados. Lo que si está claro es que la competencia es entre las potencias y es determinante el desarrollo de relaciones convenientes para con sus socios puesto que al final del día son estos los que tienen el control sobre el tan deseado mineral.

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