El despliegue masivo de tropas rusas cerca de la frontera con Ucrania ha hecho saltar todas las alarmas. El temor a una invasión ha tensionado la relación del presidente Vladimir Putin con la OTAN que amenaza con duras consecuencias si esto ocurre.
El origen del conflicto se remonta a 2014, cuando Rusia anexionó a su territorio la península de Crimea. En la región se celebró un referéndum en el que ganó, con el 97% de los votos, la anexión a Rusia. La votación fue acusada de fraude e ilegal por la comunidad internacional.
A consecuencia, la OTAN frenó sus relaciones con Moscú y Estados Unidos y la Unión Europea le impusieron grandes sanciones económicas. Tras el referéndum de Crimea, otras regiones ucranianas se proclamaron autoindependientes. Desde 2014, Ucrania lucha contra los separatistas prorrusos que viven en la región del Donbás. El este de Ucrania se convirtió en un escenario de guerra.

El 17 de julio de 2014, un misil de fabricación rusa derriba el vuelo MH17 de Malaysia Airlines y mata a sus 298 ocupantes cuando sobrevolaba la región ucraniana de Donetsk.
En 2015, Ucrania, Rusia y líderes separatistas firman un acuerdo en Minsk para poner fin a la guerra. Se firma un alto al fuego que tan solo dura una semana. Un año más tarde, se trata de resolver el conflicto, pero no se consiguen avances.
No es hasta 2019 cuando el presidente ruso Vladimir Putin y el ucraniano Volodímir Zelenski firman en París un acuerdo de paz. Como muestra de colaboración se intercambiaron 200 prisioneros.
Sin embargo, a principios de 2021, Rusia empieza a trasladar tropas a la frontera con Ucrania y a la península de Crimea. La condena internacional es rotunda y 46 Estados y organizaciones exigen a Rusia que retire sus tropas y devuelva Crimea.
En diciembre de 2021, fuentes estadounidenses afirman que Rusia tiene desplegados cerca de 175.000 soldados y que la amenaza de invasión es real. Para tratar de calmar los ánimos, representantes de Washington y Moscú se reúnen el 11 de enero de 2022 en Suiza. Sin embargo, la reunión acaba sin acuerdo y Rusia informa del inicio de maniobras militares.
El origen de esta última amenaza está relacionado con la negativa rusa a que Ucrania forme parte de la OTAN y acerque posturas con la Unión Europea. Vladimir Putin asegura que Rusia y Ucrania forman “un solo pueblo” y no está dispuesto a permitir que tome decisiones que le perjudiquen.