Ecuador está en estado de emergencia desde hace tres días. El presidente Guillermo Lasso, de hecho, ha ordenado la movilización de la policía y ha enviado al ejército a las calles. El motivo de este desplazamiento, según el propio Lasso, está relacionado con el narcotráfico y una ola de violencia relacionada.

«Ecuador está en un momento de inseguridad», dijo Lasso en la televisión, anunciando la aplicación del Plan Nacional de Seguridad. «Con efecto instantáneo, las fuerzas armadas y la policía saldrán a la calle con fuerza porque hemos decretado el estado de excepción en el territorio nacional».

En su declaración de la guerra contra el narcotráfico – «Sólo hay un enemigo: el tráfico de drogas» – Lasso explicó cómo éste supone, según él, una amenaza para Ecuador. El país latinoamericano, de hecho, recordó Lasso, ha pasado de ser una zona de tránsito a un consumidor de drogas.

Las acciones de la policía y el ejército en las calles son documentadas por el propio Lasso, que muestra los resultados de su lucha contra las drogas en Twitter.

Sin embargo, en estos agitados días, el presidente también ha tenido que encontrar tiempo para la diplomacia. Hace dos días, de hecho, el Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, llegó a Ecuador para tratar las relaciones entre ambos países. Según Euronews, Blinken apoya la decisión de Lasso de declarar el estado de emergencia.