Por primera vez, la quien fuese una de las ídolos del pop, Britney Spears declaró sin tapujos sus deseos de deshacerse de la tutela que su padre ha llevado sobre su vida personal y profesional. Aseguró que su padre controla todos sus movimientos desde hace 13 años: «No soy feliz», recalcó ante un juzgado de Los Ángeles, Estados Unidos.
A través de una llamada telefónica, Britney contó al juzgado: «Esta tutela está pagando el sueldo de mucha gente. Estoy harta». Agregó que sus tutores cobran dinero por sus actividades, tal y como pasó cuando se presentó en un evento en Las Vegas, Estados Unidos, y ganó millones de dólares con las entradas.
Contó que no solo invaden su vida profesional, sino personal. «Tengo un DIU (dispositivo intrauterino) en mi cuerpo en este momento que no me deja tener un bebé, y mis tutores no me dejan ir al médico para que me lo saque», dice la excantante.
A pesar de sus declaraciones, su abogado Samuel Ingham, no ha tomado en cuenta su petición y no la ha presentado ante las instancias legales correspondientes. Los abogados de su padre, Jamie Spears, se negaron a responder a sus acusaciones, argumentando que no quieren exponer a la luz detalles sobre su salud, a lo que Britney ha respondido: «Merezco tener vida. Quiero mi vida de nuevo, basta ya».