El silencio del grupo terrorista ISIS empieza a romperse. Luego de una temporada sin aparecer se muestran unidos alimentando una nueva célula de élite de yihadistas que podría dedicarse a atacar Occidente. Se cree que entre 7.000 y 10.000 combatientes se han puesto a la orden de este movimiento.
Aunque en el 2017, el grupo se vio reducido gracias a las fuerzas kurdas de Estados Unidos, los últimos años le han servido para fortalecerse y buscar aliados en Irak y Siria, de la mano de su nuevo líder Amir Mohammed Abdul Rahman al-Mawli al-Salbi.
Amir, ha querido mantenerse bajo perfil, sin hacer demasiadas apariciones ni protagonizar las propagandas del grupo. Se cree que lo hace como medida de protección ante posibles ataques externos. «La razón es que, una vez que el líder se exprese mucho, se convertirá en un objetivo legítimo«, dijo David Otto, experto en contraterrorismo, a DailyStar.
Sin embargo, expertos aseguran que dentro de grupos como el ISIS siempre hay una clara línea de sucesión en todos los ámbitos, sea en un cargo superior o inferior, para así evitar que la organización se desplome. Entre sus últimos ataques está el de enero de este año cuando hicieron un doble atentado suicida en un mercado del centro de Bagdad, la capital de Irak. Unas 32 personas murieron y cientos resultaron heridas.