Kyle Gordy, un donante de esperma con éxito, asegura que la pandemia de Covid-19 ha generado un aumento en la demanda de sus servicios. El joven, de 29 años, viaja por el mundo para complacer el deseo de las mujeres que quieren ser madres.
Kyle, tiene 35 hijos y seis bebés en camino, aunque tiene su residencia principal en Estados Unidos, está preparándose para viajar al Reino Unido y Gran Bretaña, para conocer a dos mujeres que han contactado con él.
Las interesadas conocen de sus servicios a través de dos grupos en Facebook que maneja Kyle, en el que tiene más de 23.000 personas.
Aunque la mayoría de las chicas prefieren usar su esperma para inseminación artificial, otras le piden engendrar el embarazo de forma natural, pues lo consideran más eficiente.
Para cuidar la salud de sus clientes, Kyle se somete varias veces al año a exámenes de detección de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). Sin embargo, organizaciones dedicadas a la fertilidad resaltan la peligrosidad de hacer este tipo de procesos sin regulación.
La Autoridad de Embriología y Fertilización Humana, aconseja que nunca se acepté a un donante que no quiera someterse a las pruebas de salud necesarias. Sobre todo, para saber si tiene alguna enfermedad infecciosa o hereditaria.