El pasado viernes, un grupo de hombres armados secuestraron a casi 300 niñas en la «Government Girls Science Secondary School» de la localidad de Jangebe, al noroeste de Nigeria.
Hoy martes, el presidente del estado de Zamfara, Bello Matawalle ha anunciado que las niñas habían sido liberadas tras “la superación de varios obstáculos que se oponían a nuestros esfuerzos”. En un principio las autoridades informaron que había más de 300 niñas pero durante el rescate comprobaron que eran 279.
Todo apunta a que Boko Haram, grupo terrorista islámico que actúa en el norte de Nigeria, está detrás de los secuestros. Por el momento los autores no han querido ser identificados.
En los últimos meses, los secuestros de niñas por parte del grupo fundamentalista han aumentado incluso en zonas que antes se libraban. El objetivo de secuestrar a niñas viene de atrás, ya que se llevan sucediendo desde el 2013. La hostilidad del grupo islámico respecto a la educación de las niñas es evidente. Dentro de su visión extremista, no concibe para ellas más destino que el matrimonio y la crianza de sus hijos. En otras ocasiones el secuestro se utiliza como moneda de cambio para la liberación de prisioneros de la organización.