El pasado 19 de febrero Agentes de la Guardia Civil de Alicante ha investigado a los presuntos autores, padre e hijo de nacionalidad española por su implicación en un delito contra la flora, la fauna y los animales domésticos, de maltrato animal, por el uso indebido de un plaguicida.
El 31 de enero, un vecino de Mutxamel avisó a la Guardia Civil del Puesto de San Juan de Alicante porque dos de sus perros se habían intoxicado con veneno.
Una vez en la zona, la patrulla vio como dos personas, que trabajaban en la parcela vecina y tenían tres cajas de pesticida para roedores. En ese momento se abrió una investigación contra ellos.
El propietario de la parcela comentó a los investigadores que el ya había visto a esas dos personas esparciendo veneno dentro y fuera de la parcela. En ese momento los perros se envenenaron y los hombres pidieron disculpas y aseguraron que no volvería a ocurrir. Pero el pasado 12 de febrero, se volvió a repetir.
Los agentes del Seprona examinaron el lugar y encontraron muchas bolsitas de plaguicida repartidas dentro y fuera de la propiedad.
Tras una analítica, los resultados demuestran ese veneno causó la intoxicación de los dos perros, que coincide también con el producto que incautó la Guardia Civil de San Juan.
Las personas acusadas, usaban veneno para evitar que los conejos, topos y perdices se comieran la plantación. Son profesionales de la agricultura y tiene el carnet de productos fitosanitarios, imprescindible para realizar tratamientos de plaguicidas, fungicidas.
Sin embargo, la utilización de veneno en el medio natural puede causar la muerte de animales y personas a las que no va dirigido el plaguicida. En esta ocasión fue más grave ya que no se controlaban las cantidades y se esparcía dentro y fuera de la propiedad.
Las diligencias han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de San Vicente del Raspeig. Además siguen investigando ya que se han dado más casos de envenenamiento por la zona.