Lawrence Paul Anderson, de 42 años, salió de la cárcel y se hospedó en casa de sus tíos, quienes lo acogieron sin imaginar lo que sucedería después: Un triple asesinato y un herido.
Lawrence, atacó a puñaladas a su vecina, Andrea Lynn Blankenship, de 41 años, le sacó el corazón y se lo llevó a casa de sus tíos para cocinarlo con patatas fritas. Horas más tarde una mujer llamó a la policía luego de escuchar gritos dentro de la vivienda en Oklahoma
Leon Pye, tío de Lawrence, de 67 años, fue hallado muerto. Su nieta Kaeos Yate, de 4 años, estaba herida pero murió en la ambulancia de camino al hospital. Delsie Pye, tía de Lawrence, fue la única sobreviviente, luego de que él le atacara en los ojos. Todos fueron embestidos a puñaladas.
El acusado de triple asesinato confesó su culpabilidad. Cuando los policías entraron a la casa, estaba vomitando en la sala sobre unas almohadas. Se investiga si estaba bajo los efectos de alguna sustancia ilícita.
Lawrence había sido condenado en 2017 a 20 años de cárcel pero el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, conmuto su tiempo y salió este enero. Ahora el fiscal del condado se plantea la pena de muerte como sentencia.
Según Oklahoman.com, Lawrence estuvo preso en otras ocasiones por atacar a varias mujeres, poseer armas ilegales y distribuir drogas. Presuntamente tomaba medicación para la bipolaridad.