A pesar de haber estado involucrado en dos de los grandes escándalos del mundo del espectáculo de principios de los 2000, su separación de Britney Spears y el pezón expuesto de Janet Jackson en el Super Bowl, Justin Timberlake parece haber salido ileso.
El cantautor pop ha decidido por tanto pedirle disculpas a ambas artistas, y más ahora que el documental: «Framing Britney Spears» ha vuelto a poner a la princesa pop en la palestra pública. En una publicación en sus redes sociales Timberlake señalo sus errores de esa época.
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«Lamento profundamente los momentos de mi vida en los que mis acciones contribuyeron a hacer mas grande este problema. Los momentos en los que no hablé cuando debía y no defendí lo que era correcto. Entiendo que me quedé corto y que me beneficié muchas veces de un sistema que aprueba la misoginia y el racismo», escribió el autor de «Cry me a river» y «Suit and tie».
Timberlake ya había sido señalado por Jackson por su abandono en el pasado, al punto que se esperaba que la invitara a tarima cuando se presentó en el Super Bowl de 2017. La propia Spears tenía bastante tiempo sin hablar de su relación, pero lo señala durante el documental de HBO, aunque los dos primeros hits solistas del ex N’Sync: «Cry me a river» y «What Goes Aroung… Comes Around», hablaban de esa ruptura.