Pese a que el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, fue condenado a 12 años de cárcel por corrupción, luego de que el tribunal en segunda instancia rechazara los recursos presentados por la defensa, no irá preso hasta el próximo 4 de abril, cuando la Corte Suprema analice un «hábeas corpus» que presentó la defensa alegando que el encarcelamiento, no puede concretarse hasta que se agoten todos los recursos posibles en instancias superiores.
«Descubrà con el golpe, que la democracia en ese paÃs es algo temporal. No es la regla, sino la excepción. Yo no estoy por encima de la ley. La única cosa que quiero es que los jueces se entreguen al mérito de mi proceso», expresó el expresidente, en un acto en Foz do Iguazú, en el marco su gira por el sur de Brasil.
Da Silva también debe responder a seis procesos más, vinculados con la la mayor operación en la lucha contra la corrupción en la historia de Brasil «Lava Jato», que estuvo al descubierto en el 2014. Por ese caso, varios polÃticos y empresarios están acusados de participar en una red corrupta en torno a Petrobras. Lula es acusado de lavado de activos, corrupción pasiva y obstrucción a la Justicia, entre otros cargos.
Seguidores de Lula, manifestaron a durante el juicio TRF4 en la Avenida Paulista de São Paulo para pedir la libertad del ex presidente.
En cuanto a su sentencia, los magistrados del TRF4 determinaron el cumplimiento inmediato de la pena apenaas revisen y analicen todas las apelaciones en esa corte, apoyados en una cautelar del Tribunal Supremo dictada en 2016.
