Comer pescado en Semana Santa, tal como es costumbre en la época religiosa, para la mayoría de los venezolanos, realmente se puso cuesta arriba poder cumplir con esa tradición, ya que un kilo de pescado salado o de chigüire que son los que más se consumen en las distintas regiones, puese oscilar entre 800 a un millón de bolívares, es decir de 4 a 5 dólares, casi el equivalente del sueldo de muchos.
Hay estados de Venezuela, que ofrecen el rubro más económico, pero hay otros en el que los precios se disparan a tal punto, que muchos se limitan a llevar lo más asequible como tahalí, cabezas de pescado, sardinitas, corocoro, jurelito, entre otros.
Hacer una paella es lo más costoso, pues todo lo que tiene que ver con mariscos cuesta un ojo de la cara, ya que pasan del millón y hasta de los 3 millones de bolívares, es decir, más de 10 dólares, eso en el caso de los camarones, pulpo y langostinos.
Muchos de los entrevistados, alegaron que lo más curioso es que en los días santos, que es cuando se abstienen de comer carne roja, hay quienes la consumirán más por ser una de las opciones más cómodas al bolsillo de cada familia.
Aunque otros dijeron que es cuestión de ingeniárselas y hacer el sacrificio para no pasar desapercibida tan importante fecha de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
«Aunque sea hacer una sopa de pescado y hacer un mojito, es la opción no queda de otra, pero es triste que el salado al menos una sóla persona no lo pueda comprar, hay que reunirse entre varios o tener mucho dinero para comprar diferentes pescados para lo días santos», dijo Carmen Salas al ser consultada.