Contundente es la mejor palabra para definir la victoria de los blancos en Anoeta. El 0-4 quizá se antoja un poco excesivo para lo visto sobre el césped pero sí que la superioridad madridista fue abrumadora.
Los hombres de Carlo Ancelotti saltaron al verde donostierra sabiendo que ya no había margen de error tras las victorias de Atlético de Madrid y Barcelona. Tras unos minutos algo timoratos, y con la Real Sociedad apretando arriba, los madridistas se hicieron con el control del juego. El trivote formado por Modric, Alonso e Illarramanedi, tocaban y tocaban esperando pacientemente los huecos en la defensa realista. Poco a poco el dominio cada vez era más manifiesto en favor de los merengues, y cuando parecía que el 0-0 era irremediable al descanso, Benzemá se revolvió en el área para sacar un latigazo que Bravo dejó muerto en el pie de Illarramendi, y éste adelantó a los blancos en su vuelta a casa.
El rodillo blanco
Después de los quince minutos en el vestuario, se esperaba una Real Sociedad más incisiva, y sobre todo con la entrada de Aguirretxe en el campo, con más mordiente arriba. Sin embargo, el Real Madrid siguió siendo dueño y señor del partido. Además, en la segunda mitad el dominio se tradujo en ocasiones ante la puerta rival. Primero un cabezazo de Sergio Ramos al larguero, y después un trallazo de Benzemá desde lejos que también golpeó contra la madera, anticiparon lo que se le venía a los locales. Así a los 20 minutos, Bale, bastante activo durante el segundo acto, controló un mal saque de Bravo y soltó un zurdazo desde 30 metros que más pareció un cañón que su pierna izquierda, para hacer el segundo y prácticamente sentenciar el encuentro. El último cuarto de hora sirvió para engordar el marcador tras un remate con el pie dentro del área de Pepe y una definición perfecta de Morata con el interior de su pie derecho. El canterano aprovecha los pocos ratos de que disfruta para demostrarle al técnico italiano que está listo para cuando le necesite.
El Real Madrid venció y convenció en una, a priori complicada visita a Anoeta, y sin su mejor arma, Cristiano Ronaldo. La liga sigue viva.