El tiroteo se produjo ayer en la base militar estadounidense de Fort Hood, en el estado de Texas. El soldado estaba siendo tratado por problemas de salud mentales. El oficial al mando de la base, el teniente general Mark A. Milley, ha asegurado que no se trata de un acto terrorista. «No hay indicios de que se trate de un acto terrorista», declaró.

El soldado era Iván López, tenía 34 años de edad, su trabajo en la base era la conducción los camiones militares. En el momento se la masacre estaba vestido con el uniforme de camuflaje. Se dirigió a dos edificios y abrió fuego contra sus compañeros, en un incidente que duró casi 20 minutos. Acto que se saldó con un total de cuatro soldados muertos, el responsable del tiroteo se suicidó tras matar a tres de sus compañeros. Además otros 16 soldados han resultado heridos. Según información dada por la CNN.

Al lugar del tiroteo se desplazaron 21 ambulancias y dos vehículos de intervención SWAT . Tras el incidente se ha decretado el cierre temporal de la base militar.

Las primeras informaciones indican que hubo una disputa entre los propios soldados que hizo que se desencadenaran los hechos. Se trata del tercer ataque en bases militares de Estados Unidos en los últimos cinco años.

Barack Obama, ha seguido de cerca los hechos y se ha mostrado dolido con lo ocurrido. Por lo que ha asegurado que piensa llegar hasta el fondo del asunto.  El presidente ha declarado que la sensación de seguridad «se ha roto»,por  culpa de hechos como estos.