Las teorías conspirativas ahoran podrán ser refutadas por un exclusivo chatbot de la IA con contrargumentos basados en evidencias.
Un reciente estudio publicado en Science revela que la inteligencia artificial (IA) puede ser efectiva para cambiar la mentalidad de quienes creen en teorías conspirativas, como las que afirman que el aterrizaje en la Luna fue falso o que las vacunas contra la COVID-19 contienen microchips. La investigación demuestra que un chatbot diseñado para rebatir estas teorías con argumentos basados en hechos puede reducir la confianza de los creyentes en un 20%, una disminución que persiste hasta dos meses después de la interacción.
El estudio, dirigido por el psicólogo Thomas Costello de la American University, involucró a más de 2.000 personas que creían en al menos una teoría conspirativa. Tras conversar con un chatbot impulsado por un modelo de lenguaje avanzado, los participantes vieron cómo sus teorías eran refutadas con contrargumentos personalizados. Esta aproximación parece ser más efectiva que los debates con humanos, que a menudo se tornan acalorados y generan defensas emocionales.
La clave del éxito del chatbot, apodado «debunkbot», radica en su enfoque neutral y educado. A diferencia de las interacciones humanas, el chatbot no genera juicios ni recriminaciones, lo que facilita que las personas reconsideren sus creencias sin la presión social de «perder la cara» frente a otros.
Aunque algunos expertos sugieren que las teorías conspirativas también están motivadas por necesidades psicológicas insatisfechas, los resultados de este estudio sugieren que el acceso a información clara y factual puede jugar un papel fundamental en la corrección de ideas erróneas. El uso de la IA para combatir la desinformación podría integrarse en plataformas como redes sociales, donde ya se emplean herramientas para identificar posibles noticias falsas.
Este tipo de tecnología tiene el potencial de ser una herramienta eficaz en la lucha contra la desinformación, promoviendo un escepticismo saludable y previniendo que más personas caigan en el ciclo de las teorías conspirativas. Como señala Costello, “estos chatbots pueden ser vistos como una forma de higiene mental, ayudando a limpiar nuestras ideas y creencias de información falsa.”