Desafortunadamente Jeffrey Dahmer no es el único psicópata caníbal que jamás existió. A él le presidieron cientos de otros y le seguirían también bastantes más.

Una de esas historias, que a lo mejor Netflix coge para su próxima series, es Issei Sagawa. El estudiante japones radicado en París saltó a la fama tras matar y comerse a su compañera de estudios en 1981.

La trama es tan perturbadora como cualquier otra que involucre comerse a otra persona. Sagawa estudiaba en la universidad de soborna en donde conoció a Renée Hartevelt, una compañera de su propia clase.

Una día la invitó a cenar a su departamento, y después que Renée no aceptara sus proposiciones este le disparó en la espalda para después cortarla en pedacitos y comérsela. No consiguió comerse todo, sin embargo, tan solo algunas partes, el resto lo dejó en el refrigerador como reserva y posteriormente como evidencia.

También se comprobó que el cadáver había sido violado. La policía dio con el cuando intento deshacerse del cuerpo en dos maletas en un lago de un parque de parís.

La noticia se convirtió en un fenómeno internacional, todo medio de comunicación en Europa empezó a publicar titulares con las palabras ‘’el cannibal japónes’’ y/o ‘’el vampiro de Japón’.  En parte, la historia de Sagawa es tan popular por la gran cobertura mediática que se le dio tras lo ocurrido y como al volver a Japón se convirtió en un influyente escritor.

Un par de días después del atentado Sagawa fue detenido y posteriormente extraditado a Japón donde, no obstantes las críticas, fue liberado en 1985.

En una de las primeras entrevistas con el asesino este dijo ‘’comerla fue un gesto de supremo amor’’. La declaración coincidió con la evaluación psicológica que le hicieron y  fue así que Sagawa fue reconocido como un enfermo mental y recluido en el hospital psiquiátrico de Francia hasta que fue extraditado.

Desde entonces vivió una vida tranquila en un apartamento a las afueras de Tokio hasta que encontró su muerte a causa de una neumonía el pasado 24 de noviembre a los 73 años en un hospital.