Bolivia apuesta por las energías renovables con el desarrollo de un auto completamente eléctrico a base de baterías de litio. El emprendimiento lleva por nombre Quantum y se planea que el automóvil se producido en masa por el país andino a partir del 2023.
Esto sería producto de la sociedad entre la compañía boliviana (quantum) y la mexicana Potencia Industrial. Con el fin de anunciar este lanzamiento y alianza, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, fue a La Paz, sede de gobierno boliviano, para probar el automóvil conduciendo por las varias calles de la ciudad.
Pero no son solo México y Bolivia quienes están planeando tomar el camino de la descarbonización y ‘electrificación’. Países como Argentina, con empresas como Volt Motors, Cordair, y Sero Eléctric, Guatemala con Luka, y Brasil con Mobilis, son alguno de los otros países de la región que planean dejar los combustibles fósiles por autos eléctricos.
Durante los últimos años, incluso con toda la situación de pandemia, ‘’ la venta de carros eléctricos e hibrido en general ha estado subiendo muchísimo, más que en años anteriores. En Colombia, por ejemplo, es muy representativo el incremento de vehículos de combustión interna, del 2019 al 2021 descendió un 4% y en la venta de vehículos eléctricos e híbridos aumentó como un 300% o 400%. Eso nos da una señal de que no solamente se tiene esa visión de la necesidad o la importancia de calidad del aire, sino que realmente el mercado también lo está viendo’’, comenta Gustavo Máñez, director adjunto para América Latina y el Caribe en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Latinoamérica está empezando a inserirse y desarrolla el mercado de la producción de automóviles, un área que actualmente domina China. Andrés Alcalá, coordinador de la estrategia en movilidad urbana y de logística urbana sostenible de la CAF (banco de desarrollo de américa latina) reconoce a México y Brasil como líder en la producción de vehículos en la región y comenta que “un mayor derivado de la cadena de suministro hace muy atractiva la posibilidad de invertir y de crecer”. En relación a la actual oportunidad de explorar las nueva tecnología en pos de una movilidad más sostenible.
En este aspecto, América Latina no parece estar quédense atrás. En 2021 fueron 118.191 vehículos híbridos y eléctricos los que se matricularon en la región latinoamericana. Esto equivale a un incremento del 107,1% con respecto a 2020 año en el que se registraron 57.078, según los datos de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible. El país donde más vehículos eléctrico e híbridos se matricularon el año pasado fue México con 47.079 unidades seguido por Brasil con 34.990 y Colombia con 17.702.
Sin embargo, a pesar de lo alentadores que son estos números, es necesario que se aseguren elementos necesarios para la viabilidad de los proyectos como; la infraestructura pública para la carga pública de los autos y los incentivos para que los vehículos de uso intensivo o alto kilometraje como los autobuses públicos y flotas institucionales y comerciales obtén por adoptar tecnologías bajas en carbono.
Así mismo, habría que tratar el tema del subsidio de combustible que es un elemento pesado en la agenda policía de varios de los países latinoamericanos. Si deseamos acabar con los automóviles de combustión es necesario también desmotivar su uso, pero esto es complicado dada la realidad de los países en cuestión.
Un último factor es el costo de los vehículos eléctricos o híbridos. Si bien hay considerables deducciones de impuestos por su compra, un vehículo híbrido cuesta alrededor de 17.000 y 170.000 dólares. Esto es hasta tres veces más de lo que una familia de clase media paga por un vehículo de combustión en México. Si bien a largo plazo termina siendo más rentable y económico que el auto a gasolina, muchos no tienen el dinero para llevar a cabo dicha inversión.