Un hecho casi tan sorprendente como penoso tuvo lugar en el rio Sena en el transcurso de esta semana. Una ballena beluga habría sido avistada en el rio Sena en las inmediaciones del pueblo de Saint-Pierre – la Garren, a unos cien kilómetros al norte de la capital francesa.
El descubrimiento generó gran conmoción desde un principio y los pobladores no tardaron en contactar a las autoridades para poder salvar al animal. Aunque por el tiempo que estuvo en el lugar no pareciera tener ningún tiempo de estrés, en especial porque se la veía asomar la cabeza por sobre el agua con tranquilidad y sin mucha frecuencia – cosa que indica que la capacidad pulmonar del animal no presentaba alteraciones graves – los especialistas entre ellos el Grupo de Investigación de Mamíferos Marinos de Francia así como la ONG de la protección de la fauna marina Sea Sepherd Francia dieron a conocer sus preocupaciones por el estado de salud del animal. No solo se lo veía por demás delgado, pero también se temía que no sobreviviera en caso de un rescato por el excesivo stress, además que las aguas del rio no se asemejan a las condiciones del mar ártico donde suele habitar el animal.
Tras esbozar un rescate y después de días de preparación el intento de transferencia de la ballena a su hábitat natural concluyó en la madrugada de hoy de manera desalentadora. Tomó seis horas y 24 buzos para poder capturar al cetáceo, sin embargo, durante la revisión médica que se llevó acabó inmediatamente después de sacar al animal del agua, se decidió colectivamente sacrificar al animal pues los médicos veían poca posibilidad de que sobreviviera al traslado.
El plan consistía en llevar al cetáceo desde aquel poblado en Eure hasta durante el puerto de Ouistreham (Calvados) desde donde seria llevada lo más lejos de la costa mar adentro con dirección al ártico. Sin embargo, la revisión veterinaria informó que su alarmante peso se debía a una falta de movilidad digestiva, concluyendo que el animal no podría comer y por tanto sería incapaz de valerse por su cuenta si fuese liberado.
Su muerte ha traído a escena muchas criticas de parte de varias autoridades, organizaciones y activistas. A pesar de haber sido una acción bien intencionada la manera de llevar a cabo el rescate y la manipulación del animal, así como la lenta respuesta al hecho, dio mucho que desear. Este no parece ser el primer acontecimiento de esta índole en el Sena pues en mayo pasado también se avisto una ballena orca, la cual, siguiendo terminó siguiendo el mismo destino que su ‘primo’ cetáceo.