El accionar de los yihadistas vuelve a teñir el suelo de sangre, esta vez en el la comuna de Tessit en nordeste de Mali. Según confirmaron ayer 10 de agosto las autoridades de transición del país africano, cuarenta y dos soldados han encontrado la muerte y otros veintidós han sido heridos en un enfrentamiento contra el grupo del estado islámico.
Este se convierte en el más mortífero ataque en la región de la triple frontera desde finales de 2019, donde cientos de soldados fueron acribillados por las fuerzas yihadistas aliadas al Estado Islámico (EI).
El grupo que opera en esta región, conocido también como Estado Islámico del Gran Sahara o (EIGS) es caracterizado por usar drones, explosivos, vehículos blindados y artillería pesada, según información publicada por el ejercito de Mali.
Este ataque ocurre en un contexto ya complicado para Mali , pues además de a ver cortado sus relaciones con Francia – su antiguo e histórico aliado – para estrechar la cooperación con Rusia, el país también se encontraba combatiendo los ataques del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM).
La zona Tessit es potencialmente peligrosa y tiende a registrar conflictos de esta índole debido a su posición geográfica. El área no es controlada por el estado maliense, es muy grande y predominantemente rural. Además, debido a que se encuentra en frontera con Burkina Faso y Nigeria, es una importante zona para la movilización de tropas y recursos. Por las mismas razones, en el territorio se enfrentas grupos terroristas contrarios como lo son la EGIS y la GSIM que esta afiliada a Al Qaeda ya que ambas buscan tener control de la región.
El EIGS ha sido designado como ‘enemigo numero uno’ por las fuerzas franceses y saharianas en conjunto. Las cuales habrían llevado acabo numerosas operaciones en las tres fronteras para reducir la expansión del grupo terrorista. A pesar de estas iniciativas, muchos expertos aseguran que este grupo no dejará jamás de reclutar personas y de operar en la región. Sumándose al apoyo se encuentran también los casos azules de la ONU desplegados en la zona.
La presidencia a anuncia tres días de luto por la personas fallecidas en este siniestro. Las bajas civiles son también un punto de gran preocupación para el país pues estos por lo general terminan encontrándose entre el fuego de todos los actores participantes, acusados de conspirar y/o ser aliados del grupo contrario.
Esperemos se encuentre la forma de mantener la paz en este territorio y mantener a los invasores con su violencia y radicalismo lejos de las familias que lo único que quieren es vivir tranquilos.