Argelia ha decidido suspender el Tratado de Amistad y Cooperación que desde hace 20 años tenía con España. La decisión llega después de que el Gobierno español haya cambiado de postura respecto al Sáhara Occidental.
El origen de esta crisis está precisamente en el territorio saharaui. España era la potencia colonizadora del Sáhara Occidental, pero con la muerte de Franco decidió abandonarla. Ante su suerte, en noviembre de 1975, cerca de 350.000 marroquíes marcharon hacia el territorio para ocuparlo.
La conocida como Marcha Verde fue una invasión. Desde Marruecos reclamaban la soberanía sobre el territorio, mientras que Argelia, su vecino, condenó la ocupación y empezó a luchar por la independencia de los saharauis.
Desde Argel han apoyado la idea de que el Sáhara Occidental sea un país independiente y que sean sus ciudadanos quienes elijan a sus líderes. Sin embargo, desde su surgimiento en 1970, Argelia ha sido partidaria del movimiento del Frente Polisario.
Por su parte, Marruecos ha ofrecido en incontables ocasiones un plan de autonomía, que implicaría su control sobre el territorio, y que no había prosperado. Tradicionalmente, la postura de España apostaba por un referéndum y porque Naciones Unidas resolviera la situación.
Sin embargo, tras la crisis diplomática de 2021 con Marruecos, el Gobierno español ha cambiado su postura. Ahora, España apoya el plan de autonomía propuesto por Marruecos. Esto ha provocado el rechazo de Argelia, enemigo histórico de Marruecos, que ha decidido romper el Tratado de Amistad.
¿Qué papel juega la UE?
La decisión del Gobierno argelino ha provocado la reacción de la Unión Europea. Desde Argelia aseguran que pese al desacuerdo con Madrid, sus acuerdos comerciales con la UE siguen vigentes.
Además, desde el Ministerio de Exteriores argelino ha querido remarcar que “Argelia también rechaza, por fantasiosa y maliciosa, las insinuaciones y preguntas relativas a la cuestión del suministro de España del gas”. Por tanto, se defienden y aseguran que no van a violar ninguno de los acuerdo firmados con la Unión, pese a la ruptura de relaciones con España.