La economía afgana ha caído en picado en los últimos meses bajo los talibanes, y son las mujeres afganas las que más han sufrido. Según un informe de la agencia de noticias Reuters, muchas mujeres sufren ahora la pérdida de sus puestos de trabajo, además de sus derechos severamente restringidos.

Crisis económica en Afganistán desde que los talibanes tomaron el poder

Afganistán se encuentra actualmente en una profunda crisis económica. Esto se debe a que miles de millones de dólares en ayuda y reservas fueron cortados cuando los talibanes tomaron el poder. La población afgana no tiene dinero ni siquiera para las necesidades básicas. Las pequeñas empresas, como las sastrerías en particular, están luchando por sobrevivir. El impacto de la crisis económica lo sufren de forma desproporcionada las mujeres.

Esto se debe a que, en negocios más pequeños como las sastrerías, los empleados suelen ser principalmente mujeres. Debido a la falta de poder adquisitivo en el país, los pequeños comercios y empresas carecen de pedidos. Muchos se ven obligados a despedir a sus empleados. Para muchas mujeres, esto significa renunciar a la última cuota de libertad que tenían bajo el régimen talibán.

Además, muchas familias dependen de los ingresos de las mujeres. No es raro que un solo ingreso en Afganistán sirva para alimentar a toda una familia.

Según un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el empleo de las mujeres afganas descendió cerca del 16% en el tercer trimestre de 2021, mientras que el de los hombres sólo lo hizo en un 6%.

El sufrimiento de las mujeres bajo los talibanes

Los derechos de las mujeres afganas que tanto costó conseguir en los últimos veinte años fueron rápidamente aplastados por los talibanes cuando tomaron el poder. Entre otras cosas, las mujeres sólo pueden trabajar en el marco de su interpretación de la ley islámica. Por ello, incluso antes de que la economía evolucionara tan fatalmente, muchas mujeres ya habían renunciado a sus trabajos por miedo a ser castigadas.

Los informes de los expertos jurídicos internacionales y de las organizaciones laborales pintan un panorama sombrío para el futuro de las mujeres afganas.