No hay paz para la familia real británica. Mientras sigue preocupando la salud de la reina Isabel II, de 95 años, un nuevo escándalo ha devuelto a la realeza en las primeras páginas de los periódicos británicos. El protagonista es de nuevo el príncipe Andrés, tercer hijo de la reina, envuelto en un complejo asunto financiero.
Según los principales periódicos, en 2017 el príncipe Andrés recibió una gran suma de dinero -alrededor de 1,5 millones de libras- de un amigo banquero: David Rowland. Y, según las revelaciones de Bloomberg, la suma corresponde a un préstamo que el Duque de York había solicitado poco antes. El préstamo fue concedido por un banco, Banque Havilland, controlado por la familia Rowland y que está siendo investigado por fraude.
La opaca relación entre Andrea de York y David Rowland ya había llamado la atención de los medios en 2019, poco después del escándalo Epstein. Una investigación del Mail on Sunday, de hecho, había especulado que Andrea, entonces representante de comercio exterior del reino, permitía a Rowland acompañarle en sus giras para ampliar sus negocios bancarios. A cambio, según el Mail on Sunday, Rowland financiaba el fastuoso estilo de vida del príncipe.
El nuevo escándalo financiero se suma al asunto Epstein, que obligó al tercer hijo de la Reina a abandonar su cargo público hace dos años. El asunto llevará a Andrea a los tribunales dentro de unos meses, porque una mujer, Virginia Giuffre, le ha implicado personalmente. Según la acusación, el príncipe abusó de ella tres veces, cuando tenía 17 años.