Un estudio realizado por la Universidad Bocconi de Milán (Italia) y la Universidad Cornell de Ithaca (USA) ha analizado el impacto de la pandemia en la natalidad de 22 países ricos. ¿El resultado? En algunos países se ha producido un fuerte descenso de la población, mientras que en otros no.
El récord negativo está en Italia, que registró un descenso del 9,1% de los nacimientos en 2020 respecto a 2019. Italia, el primer país europeo afectado por Covid-19, experimentó un auténtico colapso de las tasas de natalidad en diciembre de 2020 y enero de 2021, como consecuencia de la ausencia de concepciones en marzo y abril.
España no lo hace mucho mejor. El estudio señala un descenso demográfico del 8,43%, un porcentaje sólo superado por Hungría e Italia. Sin embargo, no se trata de un dato aislado, sino del último de una serie de muchos años de cunas vacías. Para remediarlo, el Gobierno de Sánchez en enero de 2020 transformó el Ministerio de Transición Ecológica en el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Sin embargo, por el momento, la tendencia negativa no parece invertirse.
A diferencia de España y Italia, países como Suiza, Alemania e Islandia no han experimentado ningún descenso de la población. Por el contrario, el estudio de Bocconi y la Universidad de Cornell para estos países apunta a un aumento de los nacimientos en 2020. En Suiza, por ejemplo, el salto fue del 7,21%. En Islandia, el 5,08%. ¿Cómo ha sido posible?
«Allí donde los jóvenes han tenido menos miedo a perder el empleo, donde se han sentido más protegidos por el bienestar, no ha habido un descenso de la natalidad», explica Letizia Mencarini (Universidad Bocconi) al diario italiano Sole 24 Ore. Por otro lado, en países como España e Italia, la precariedad y el clima pesimista creado por la Covid-19 han empeorado una situación ya comprometida.