Con la retirada de las tropas estadounidenses, los talibanes siguen conquistando terreno en Afganistán. Imponiendo el fundamentalismo de la religión y la fuerza de las armas han logrado hacerse con varias capitales de provincia entre las que están los poblados Faizabad, Nimroz, Jawzjan, Sar-e-Pol, Kunduz, Takhar, Samangan, Farah y Baghlan. Este jueves, se unió una nueva ciudad a la lista: Ghazni.
«El enemigo huyó y los muyahidines los están persiguiendo», dijo el principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, en un comunicado, donde además aclaró que no hay heridos en sus últimas intervenciones. Se cree que en 90 días, los talibanes podrían dominar Kabul, la capital del país, imponiendo aún más su poder. Esta acción representaría la caída del Gobierno actual.
A modo de prevención, Estados Unidos, enviará a 3.000 soldados a proteger su embajada en Kabul, mientras logran evacuar a todos su personal. Se espera que puedan hacerlo antes de que los talibanes tomen el control de la ciudad. En la embajada solo quedara un personal mínimo para llevar a cabo actividades consulares y diplomáticas básicas.
«La violencia, más que resurgir, se ha recrudecido de forma muy acentuada. Cuando los combates se trasladan a las zonas urbanas hay mucha más gente afectada, muchas más víctimas de violencia directa, muchos más heridos y muchos más muertos», dijo José Mas Campos, responsable de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF), quien además explicó que estos enfrentamientos en el país no son algo nuevo. Además de las víctimas mortales que ha dejado el conflicto, se espera que próximamente se efectúe una ola migratoria.