Stan Larkin de 25 años de edad, parecía muy saludable a simple vista, sin embargo fue diagnosticado con insuficiencia Cardíaca (miocardiopatía familiar), una condición que se relaciona con la muerte súbita en los atletas. Dominique, el hermano de Stan también la padecía. Aún sin saber de su condición, Stan jugaba baloncesto, hasta que su corazón colapsó sin previo aviso.
Su solución era un trasplante. Necesitaba desesperadamente un corazón, y mientras lo conseguía, debía permanecer en los cuidados intensivos del hospital bajo vigilancia médica. Entre tanto que esperaba un donante, los médicos de la Universidad de Michigan, decidieron instalarle un dispositivo llamado SyncArdia, que funciona como un corazón artificial total temporal (TAH) , con un peso de 13 libras.
El TAH se usa cuando el corazón falla totalmente, y no parcialmente, como cuando falla solo una arteria, por ejemplo. El TAH tiene forma de un controlador portátil Freedom, el cual Stan llevaba en una mochila, que le permitía moverse y llevar una vida aparentemente «normal», incluso pudo seguir jugando baloncesto. Durante 555 días vivió con ese corazón artificial hasta que en el 2016 le hicieron un trasplante.
«Quiero agradecer al donante que se entregó por mí. Me gustaría conocer a su familia algún día. Ojalá ellos quieran conocerme«, dijo Stan. Dominique, por su parte, permaneció en el hospital durante seis semanas antes de recibir un trasplante de corazón, pues no podía usar un TAH.